No siempre es fácil hacer de tu pasión una profesión pero a veces el destino intercede uniendo a personas que están llamadas a compartir un sueño. Es el caso de Félix Marina y Sandra Chicote. Él, empresario arandino del mundo de la hostelería especializado en la noche. Ella, una ingeniera de comunicaciones burgalesa que solo se sentía plena detrás de un fogón. Y así empezó todo, en una noche de verano cuando esta pareja emprendedora inició por amor el que hoy es el proyecto gastronómico más prometedor de la Ribera del Duero.

Ubicado en pleno casco histórico de Aranda de Duero, epicentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero, junto a la impresionante iglesia de Santa María La Real, y una de las bodegas medievales que conforman la ciudad subterránea que ha sido declarada Bien de Interés Cultural, La Pícara se alza como una alternativa novedosa basada en productos tradicionales y de temporada, de calidad con un guiño moderno.

Cobra así forma una oferta diferente, original y asequible en la que todos los elementos son cuidados a mimo, empezando por la huerta que ellos mismos cultivan en una plantación de 2.000 metros cuadrados, y sin olvidar el vino de Ribera del Duero y de otras Denominaciones de Origen que en un momento dado han cautivado a esta pareja de emprendedores.